A pesar de tener que madrugar tuvimos un viaje agradable y un día estupendo que comenzó en Santiago con un desfile por el casco antiguo, en el que recorrimos tocando las principales calles, terminando en la plaza de la Quintana en la que asistimos a los actos protocolarios y a la misa.
Tras la esperada comida tuvimos el honor de ser invitados a tocar tambien en la misma plaza de la Quintana antes de nuestra intervención en el Festival junto a los mas de treinta grupos de todo el mundo en el parque de la Alameda. Un reecuentro con amigos de Venezuela, Argentina, Cuba, Suiza, Uruguay... y otros nuevos que hemos echo.
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